El Popa Langur es un primate recientemente descubierto que, no obstante, ya está en peligro. El hallazgo se ha completado gracias al trabajo de un grupo de investigadores alemanes que ha confirmado que el trabajo llevado a cabo por el zoólogo Guy C. Shirtridge escondía una especie nueva.
Sabemos que hacernos una foto o un selfie con un animal puede llegar a ser algo muy simpático y que podría quedar bien en redes sociales. Pero algunos actos tienen un extremo que no se debe pasar. Es lo que está sucediendo con los gibones que existen en China: los selfies con estos animales se han convertido en la última moda, aunque también están provocando numerosos problemas a una especie que sigue en peligro de extinción.
Un último estudio elaborado en China ha hecho saltar las alarmas respecto de los primates que viven en la zona. Y es que el mismo afirma que estos animales podrían extinguirse a finales del siglo XXI, en el caso de que el panorama siga tal y como está. Es cierto que el país cuenta con una gran extensión de tierra y reservas naturales, pero el aumento poblacional y las actividades industriales están provocando algunos inconvenientes a los animales.
La primera vez que escuchamos hablar de los gibones nos comió la curiosidad, más que nada porque se referían a ellos como monos acrobáticos. Ya conocemos, en mayor o menor medida, que la mayoría de especies de monos están continuamente de un lado hacia otro. Sin embargo, en este caso tenemos que hacer una especial mención al hecho de que los animales apenas tocan el suelo. Casi nunca.
Los simios son animales que han despertado interés a los humanos desde tiempos inmemoriales debido al http://www.faunatura.com/somos-muy-parecidos-orangutanes.html. El orangután es el único de ellos que procede de Asia, y no de África, y es una especie única con un sinfín de características. Hoy os comentamos algunas de sus curiosidades.
Conocido como también por los numerosos nombres de tití enano, chichico, mono de bolsillo o de piel roja, tití león o mono leoncito, el tití pigmeo es el mono más pequeño del mundo y suele habitar en gran parte de América del Sur, concretamente en áreas de Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia. Esta especie de primate apenas mide entre 14 y 18 centímetros sin contar la cola, la cual le medirá entre unos 15 y 20 centímetros más, y no pesa más de 140 gramos. Su pelaje suele ser de color pardo rojizo y su pelo le forma una melena que le rodea la cara y la nuca y le oculta las orejas. Por otro lado, su cola suele tener anillos de color negro.
El gorila de montaña es, probablemente, uno de los más conocidos por ser el objetivo de las investigaciones de la adorable Dian Fossey y por ser el protagonista máximo de su película "Gorilas en la Niebla". De esta especie tan sólo quedan dos poblaciones en libertad, una situada en la selva de Bwindi, en Uganda, y la otra en las montañas de Virunga, en África Central, concretamente dentro del "Parque Nacional de los Volcanes", en Ruanda, del "Parque Nacional de Mgahinga", en Uganda, y del "Parque Nacional Virunga", en la República del Congo. Aún así, dicha población no es abundante, ya que existen menos de 700 ejemplares del gorila de montaña debido a, como siempre y en general, la caza ilegal y la pérdida de su hábitat.
Su alimentación es fundamentalmente arborícola, aunque de vez en cuando puede bajar al suelo en busca de frutas, hojas, insectos, huevos o pequeños invertebrados. Por otro lado, y a diferencia de otras especies pertenecientes a la misma familia, el mono obispo no suele formar grupos muy numerosos, sino que suele vivir en parejas o en pequeños grupos territoriales de entre 5 a 35 individuos. En algunas poblaciones se tiende a la monogamia, aunque lo normal entre ellos es un sistema de apareamiento poligínico,
Reconocer a este primate no es nada difícil, ya que el color pardo oliváceo de su pelaje y la coloración azulada y rojiza de su cara y trasero nos desvelan fácilmente su identidad. El color de los machos es mucho más vivo, con hocicos rojos y azules y profundas estrías a los lados. El color de las hembras, sin embargo, es mucho más apagado. Por otro lado, la tonalidad del trasero tiene una función más que útil para ellos, y es que les sirve para ganar visibilidad y para que, a la hora de recorrer la densa vegetación de la selva, el grupo pueda seguir manteniéndose unido.
La revista científica Current Biology, en su última edición, publica dos estudios independientes entre sí, que, según los científicos, demuestran que los chimpancés sufren el luto, y muestran reacciones muy parecidas a las de los humanos. James Anderson, uno de los investigadores que participó en uno de los experimentos, concluyó que "la ciencia ha dado fuertes evidencias de que los límites entre nosotros y otras especies no están tan claramente definidas como muchos pensaban".
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