Las relaciones estables de las aves

Las relaciones estables de las aves

Escrito por: Leticia    16 agosto 2011    1 minuto

Dentro de la especie de diamante mandarín, los machos son capaces de vivir juntos ayudándose mutuamente en tareas tan simples y cotidianas como en la limpieza de sus plumas, esto hace que su relación sea mucho más estable y duradera.

De esta forma las aves viven felices y en mutua cooperación. Mediante una investigación llevada a cabo en Estados Unidos se llegaron a diferentes conclusiones, algunas relacionadas al comportamiento que toman los diamantes mandarín (Taeniopygia guttata). Estas aves son originarias de la región de Australia y se caracterizan por tener un vistoso plumaje de color claro, su pico y sus patas son de un llamativo tono rojizo.

El vínculo entre las parejas esta dado por su mutua cooperación, un comportamiento que se ha extendido a los ejemplares del mismo sexo. «Esto demuestra que, incluso en las aves, las relaciones entre animales pueden ser más complicadas que la simple unión entre un macho y una hembra con fines reproductivos«, anunció una de los miembros de la Universidad de California, autora de esta investigación.

Los científicos siempre tuvieron un claro interés de saber como se relacionan las diferentes especies y la forma en que emplean las diferentes comunicaciones acústicas como elemento de las interacciones sociales.

Un comportamiento parecido se ha observado en los pingüinos del mismo sexo. Muchas de las aves establecieron una relación muy particular en grupos del mismo sexo, volviéndose muy buenos compañeros y compañeras.

«En especies monógamas, establecer una relación de cooperación y beneficio mutuo puede ser una prioridad para la supervivencia, más allá del sexo del compañero«, se declaró dentro de las conclusiones.

Vía | BBC
Foto | Flickr – Pupol

un comentario

  1. Zapatos dice:

    Los animales la verdad es que en ocasiones te sorprenden, ya que tienen comportamientos más lógicos y coherentes que los propios humanos. Lo de los pingüinos ya lo había oido alguna vez, pero no sabía nada de que entre las aves también existe esta tendencia de emparajerarse para toda la vida.