¿Cómo es la transpiración de los animales?

¿Cómo es la transpiración de los animales?

Escrito por: Ildefonso Gómez Herrera    2 enero 2018     2 minutos

La transpiración de los animales puede llegar a ser muy variada. Cada uno de adapta a sus propio cuerpo.

Para regular la temperatura de nuestro cuerpo, el mismo tiene una solución muy sencilla: sudar. De esta forma se eliminan los componentes no necesarios y se adapta todo a lo evidente. Sin embargo, en algunos animales este momento es completamente diferente. Y es que ellos no sudan. Realizan la transpiración de otra manera.

Primero, decir que la transpiración se podría traducir como un líquido que segregan las glándulas sudoríparas, encargadas de refrigerar el cuerpo. No en vano, las especies que transpiran son conocidas como «homeotermas» debido a que su metabolismo genera calor durante el funcionamiento habitual de los órganos más importantes. Y no, esto no es lo que sucede con los animales que no pueden sudar, al no tener las propias glándulas sudoríparas. Los perros, por ejemplo, jadean para eliminar el calor corporal gracias a la evaporación del agua que tienen situada en la lengua.

Para realizar la transpiración, los animales dependen de las glándulas que tengan. En el caso de los anfibios, disponen de una piel muy sensible que segrega mucus hidratante o veneno, según la situación. Los reptiles tienen una piel más gruesa, aunque no glándulas. Finalmente, las aves utilizan su glándula uropígea para producir una sustancia parecida al aceita que les permite cuidar sus plumas.

La transpiración, según el tipo de animal

Perro

Aunque casi todos los mamíferos sudan, existen muchas excepciones. Eso sí, la transpiración siempre dependerá del tipo de animal. Cada uno tiene su propia manera, dependiendo de las necesidades de su cuerpo y de la propia forma de funcionar.

Existen casos bastante curiosos: los caballos generan sudor en el vientre y el cuello, mientras que a los gatos les sucede algo parecido en las almohadillas de las patas y en la nariz. Una pequeña excepción estaría en las aves, las cuales sudan muy poco en las zonas que no están cubiertas por plumas, o debjado de las alas. De hecho, abren las mismas para secarse y evitar la formación de hongos o infecciones que les puedan perjudicar.

En definitiva, hay que saber que aunque muchos animales no suden sí que tienen sus propias maneras de transpirar y regular correctamente la temperatura del cuerpo. Un dato muy curioso.

Vía | Wonderopolis
Fotos | Pixabay – Somo_Photography | Pexels – Snapwire

Comentarios cerrados