El lobo crece en Europa para regocijo de ecologistas y temor de los ganaderos

El lobo crece en Europa para regocijo de ecologistas y temor de los ganaderos

Escrito por: Jorge Rubio    21 febrero 2018     2 minutos

Los planes de conservación del lobo a nivel europeo han dado sus frutos por lo que este animal recupera sus poblaciones y obliga a convivir de nuevo con él.

Los planes de conservación del lobo a nivel europeo han dado sus frutos y poco a poco este animal ha ido recuperando sus poblaciones en regiones en las que hasta la fecha había sido diezmado y llevado prácticamente a la extinción. En España, las manadas de lobos vuelven a recorrer algunos de los que fueron sus hogares ancestrales, y países como Dinamarca, han regresado tras más de 200 años extintos.

Esta situación ha generado dos posiciones bastante contrapuestas. Por un lado el regocijo de los ecologistas es patente ya que el incremento del lobo evidencia la recuperación de un animal que ha estado al borde del colapso. Por otro lado se encuentran los ganaderos, que de nuevo tienen que convivir con la presencia de un animal que creían olvidado y que consideran como una amenaza.

En este contexto, han sido muchas las voces desde el mundo de la ganadería que han solicitado que los gobiernos locales permitan cazar de nuevo a esta especie. Una consideración que puede poner en peligro la recuperación del lobo, tanto a nivel español como europeo, si los gobiernos ceden a las presiones. Evidentemente es una situación compleja, pero debería parecer sensato pensar que la solución no pasa exterminar de nuevo a esta especie, más bien en buscar la coexistencia.

Uno de los últimos lugares que están siendo colonizados por el lobo en España es Cataluña, donde poco a poco empiezan a llegar algunos ejemplares. Eso sí, por el momento son lobos europeos y no ibéricos, aunque la llegada de estos últimos también podría producirse según pasen los años y si la situación legal de la especie no cambia y permita la caza indiscriminada de estos animales. Una decisión que tiraría por tierra todos los esfuerzos realizados en las últimas décadas para que el aullido del lobo pueda ser escuchado una vez más en nuestros bosques.

Fuente | La Vanguardia

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