El «amor» de los cazadores por la tórtola la arroja a la extinción

El «amor» de los cazadores por la tórtola la arroja a la extinción

Escrito por: Jorge Rubio    3 noviembre 2015     2 minutos

Puede que la tórtola sea uno de los animales que simbolicen el amor, pero dicha condición no la libra de la amenaza de verse condenada a la extinción. Tras múltiples años de caza impune, la tórtola europea (Streptopelia turtur) da dos saltos en la lista de especies amenazas y se coloca como especie «vulnerable» según la Unión Internacional de la Naturaleza (IUCN).

En los últimos seis años este «amor» de los cazadores por la tórtola se ha pasado de abatir 435.000 ejemplares a los 778.000. Una cifra que las aves no pueden gestionar y que los legisladores nacionales no han sabido controlar hasta que se ha llegado a la funesta situación que tenemos a día de hoy. Para hacerse una idea de la gravedad en la que se encuentra la tórtola únicamente está dos a grados de la extinción.

Como está ocurriendo con las aves en general, la tórtola ha venido experimentando un descenso poblacional de más del «30% en los últimos 16 años» según SEO/Birdlife. Además de la fuerte presión cinegética, la organización apunta a otros factores que han venido a agravar la situación de esta especie como la degradación de su hábitat natural. Desde la Fundación de la Real Federación Española de Caza (Fedenca) se quita hierro a estos datos y asegura que estas aves son presas por naturaleza y que ello les otorga mecanismos de una «gran capacidad reproductiva».

Esta percepción de la realidad se aleja un tanto de la realidad, ya que no es fruto de un solo año. De hecho, SEO/Birdlife ya era consciente de esto cuando propuso a la tórtola europea como ave del año, y que finalmente fue elegida como tal, por los problemas que estaba pasando la especie al mismo tiempo que se pedía la suspensión de la condición de este ave como cinegética. Este descenso poblacional no sólo se ceba con la tórtola, ya que al menos hay otras 11 especies que empeoran su calificación a según la lista de la IUCN.

Vía | El diario.es
Fotografía | Paco Gómez

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