Explicando la razón de ser de las mascotas corporativas

Explicando la razón de ser de las mascotas corporativas

Escrito por: Ildefonso Gómez Herrera    20 mayo 2019     1 minuto

Las mascotas corporativas existen por una razón: la de promocionar ideas o productos. Y lo hacen bastante bien.

Películas, series, libros, canciones… Para todos estos materiales existen mascotas corporativas, animales que permiten que nos identifiquemos con una marca o empresa, posibilitando que lleguemos hasta ella de una manera más sencilla. Una forma más de márketing, pero que a las compañías les está resultando extremadamente útil.

En muchas ocasiones las mascotas corporativas sirven para transmitir una determinada personalidad y hacer que los clientes jueguen en base a ella, lo que se traduce en que es incluso posible administrar los sentimientos de los usuarios, su sentido del humor, o la propia personalidad.

Hay que tener en cuenta que las mascotas corporativas son animales ficticios, diseñados de una determinada forma con el fin de convertirse en algo que podamos identificar con la marca que se promociona. Por supuesto, los diferentes personajes se pueden modificar con el fin de llegar al objetivo que se propone.

Tenemos muchos ejemplos de mascotas corporativas: Mickey Mouse (Disney), el conejo de Duracell (Duracell) o el tigre Tony (Kellogs) son animales muy famosos que ya están presentes en todo el mundo para promocionar una empresa o producto. Con ellos también podéis comprobar que sus características se han cambiado, o se han ido modificando con el pasar de los años para llegar a los usuarios que querían las empresas. Incluso se han puesto en marcha nuevos productos.

Como véis, el uso de mascotas corporativas no es algo extraño o inusual. La utilización de personajes ficticios con motivos promocionales es algo que se lleva haciendo desde hace muchos años. A estas alturas no debería sorprendernos.

Foto | FlickR – num1923

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