
Cacto, ni árbol, ni hierba (I)
La planta milagro del desierto es el cacto, de formas inesperadas y variables según las especies. Los hay redondos, otros en forma de toneles, algunos semejan raquetas unidas entre sí por la base, otros evocan tubos de órgano levantados hacia el cuelo, y otros, que viven entre las rocas, presentan formas irregulares, como si hubieran sido tallados de forma basta en la piedra.