Fernando nació en algún año de la década de 1940 o 1950 y murió, según algunos en 1959, según otros en 1963. El perro Fernando primero tenía dueño, después fue de todos y de nadie. Tuvo un impecable oído musical y no se perdía ningún evento en su ciudad. Asistía a fiestas privadas, obras de teatro y recitales. Hoy es un símbolo de Resistencia, en la provincia del Chaco, Argentina. Allí, recuerdan su memoria tres de las quinientas esculturas que tiene su ciudad.
En Inglaterra se entrenan perros para alertar a sus amos, cuando sus niveles de azúcar descienden a un nivel peligroso; la universidad Queen de Belfast, publicó un estudio en meses pasados, donde se indica que un 65 por ciento de 250 casos de enfermos de diabetes, dependientes de insulina, afirmaron que sus mascotas habían reaccionado de forma brusca cuando sus amos estaban por tener un episodio hipoglicémico.