En 2007 se produjo, en grandes áreas de Castilla y León, una importante plaga de topillos, que asoló cultivos y zonas agrícolas de la meseta castellana. Durante los últimos meses, se ha detectado nuevamente un aumento considerable de las poblaciones de topillo campesino y ratón moruno y las alarmas han vuelto a dispararse. Según algunas organizaciones ecologistas, se está cayendo en los mismos errores de hace cinco años, a la hora de controlar la invasión.
Hace unos días se celebró el Raid de Piedralaves, en Ávila. La organización de esta prueba deportiva ha realizado una denuncia contra varias personas vinculadas a una plataforma ecologista. Acusan a estos ciudadanos de boicotear la prueba, alertando de un falso incendio y cambiando gran parte de la señalización del recorrido. Al parecer y debido a esas alteraciones, uno de los motoristas sufrió un accidente, al caer por un barranco de unos 60 metros. Uno de los técnicos de la competición fue agredido. Por su parte, la Plataforma en Defensa de la Dehesa Boyal de Piedralaves ha lamentado lo sucedido y ha aclarado que su lucha en contra de esta actividad ha sido exclusivamente burocrática y que, en ningún caso, se animó a nadie a realizar acciones violentas.
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