Lemmings que mueren, pirañas que matan

Lemmings que mueren, pirañas que matan

Escrito por: Leticia    1 mayo 2009     2 minutos

Hay una alta tasa de mortalidad durante los desplazamientos masivos de los lemmings. Lo hemos podido ver en el documental de Disney White Wilderness saltando al mar desde un acantilado y en un famoso videojuego de la década del 90 en que se inmolaban luego de activar una carga explosiva.

A pesar de eso el pequeño roedor de las regiones árticas no se mata de manera consciente, esa es solo una conducta propia del ser humano. El origen de la creencia que los sitúa como suicidas reside en la alta tasa de mortalidad que sufren las poblaciones de lemmings cuando se trasladan en forma masiva en los años de superpoblación. La falta de alimento que deben pasar los obliga a buscar nuevos territorios para vivir y por eso deben cruzar todo tipo de obstáculos y enfrentarse a un montón de depredadores.

Las pirañas por falta de alimento se vuelven bastante agresivas.

No hay ninguna noticia verosímil sobre personas que hayan sido devoradas por pirañas. La leyenda sobre la voracidad de estos peces fue muy difundida en lugares incluso en donde son comunes, el mito traspaso la frontera americana, luego de la expedición de Theodore Roosvelt al Brasil en el año 1914. Cuando regreso, con el fin de sorprender al entonces presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, preparo un espectáculo en el cual exagero considerablemente el comportamiento de las pirañas. Los periodistas se ocuparon de exagerar un poco más.

Alfonso Estrada, técnico piscicola de la Universidad de Oriente (Venezuela) asegura que el mito es falso. “No podemos esperar el nivel de agresividad que nos muestra Hollywood”. Existen 30 especies diferentes de pirañas, pero sólo las del genero Pygocentrus pueden ser peligrosas para el hombre en algunas circunstancias.

Un ejemplo de ellos es que cada año luego de la poca de lluvias y el desbordamiento de los ríos, estos peces quedan atrapados en lagunas, a medida que se van quedando sin alimento, la supervivencia las obliga a ser más combativas.

Fuente | Revista Muy Interesante