Especies invasoras: camalote

Cuando hablamos de especies invasoras solemos olvidarnos de las plantas, cuando son precisamente estas las que mayores facilidades tienen para extenderse por hábitats foráneos sin que en muchas ocasiones no nos demos ni cuenta. Este no es el caso del camalote, una planta amazónica capaz de cubrir toda la superficie de un río a una velocidad pasmosa. Una situación que viven en el cauce del Guadiana y otros entornos acuáticos de nuestra geografía.

Esta especie se encontró por primera vez hace diez años, cuando fue arrojada a un río de manera imprudente. Desde entonces, se extiende sin parar como una marea verde que lo cubre todo, sobre todo en los meses de verano donde el calor azuza su crecimiento. Tal es la magnitud de su extensión y la velocidad a la que se reproduce, que cada día son retirados del Guadiana a su paso por Extremadura cerca de 140 toneladas de esta planta, con el coste económico que eso conlleva.

La lucha contra el camalote es muy compleja porque se adapta con gran facilidad al entorno. Además, es capaz de reproducirse y continuar creciendo aunque únicamente quede un plantón de unos 2 centímetros, por lo que eliminarlo completamente es una tarea casi imposible. Combatirlo con productos químicos tampoco es una opción, ya que es resistente a ellos e introducir tal cantidad de herbicida en el cauce de los ríos sería muy contaminante y originaría más daños que el propio camalote.

Impedir que este tipo de especies se propaguen por nuestros ecosistemas no es solo importante para la estabilidad y la supervivencia de la flora y fauna autóctona. También es un problema que afecta a las economías locales. En el caso del camalote, se estarían gastando únicamente en Extremadura alrededor de 500.000 a 1.000.000 de euros, un dinero que podríamos ahorrarnos si pensásemos antes de liberar o traer ciertas especies en un hábitat que no es el suyo.

Vía | Eldiario.es
Fotografía |Flor A

Flora #camalote #especies-invasoras