El pájaro mosca

El pájaro mosca

Escrito por: Leticia    13 enero 2010     2 minutos

El colibrí o pájaro mosca no es un pájaro grande sino que pertenece a una gran familia que cuenta con trescientas especies diferentes. El problema que ha de resolver para poderse alimentar es todavía más arduo que el que se le ofrece al pico: necesita mantenerse en equilibrio en el aire, sin ningún punto de apoyo.

Su alimento es el néctar de las flores y los pequeños que éste atrae. Aunque la familia de los colibríes cuenta entre sus miembros la menor de las aves el mundo (aproximadamente 6 centímetro desde la extremidad del pico a la de la cola), éste es aún demasiado grande para posarse sobre un pétalo, como la hace la abeja. Ha de mantenerse, pues, incansablemente en el aire, a la altura de la flor durante todo el tiempo necesario para meter allí su largo pico succionador, en forma de tubo, y absorber de allí su alimento.

Su lengua, en forma de canal o de tubo, aspira el néctar, los granos de polen y los pequeños insectos y lo lleva dentro del pico. Las actividades y acrobacias del pájaro mosca en pleno son verdaderamente notables. No solamente puede detenerse en el aire, sino que modificando la inclinación de sus alas puede hacer marcha atrás y lanzarse luego bruscamente hacia delante, a una velocidad de casi 40 kilómetros por hora, tan rápido que no se puede seguir con la vista sus movimientos.

Cuando se trata de salir volando en defensa de sus pequeñuelos, se diría que puede conseguir la velocidad de 100 kilómetros por hora.

Sus patas sólo le sirven para aterrizar. No anda nunca, ni salta. Si hay que darle la vuelta a una rama, o si se ha de posar un par de centímetros mas lejos, se confía a sus alas. Para alimentar sus polluelos, la hembra se posa al borde del nido o vuela por encima de él, siendo este último método el más práctico, pues le da mayor libertad de movimientos para alimentar cada una de sus crías, una tras otra. El largo pico de esta ave ya no es entonces una bomba aspirante, sino un sifón que arroja en las pequeñas y ávidas gargantas al maravilloso cocido familiar: polen-néctar-insectos.

Fuente | Revista Genios