Los sapos detectan la lluvia gracias a sus detectores sísmicos

Los sapos detectan la lluvia gracias a sus detectores sísmicos

Escrito por: Jorge Rubio    24 enero 2017     2 minutos

Los animales cuentan con capacidades que a ojos de los seres humanos pueden resultar casi sobrenaturales. A pesar de que ya se conocía por la ciencia que los sapos cuentan en su oído interno con un sistema de detección de vibraciones y que les dota de capacidad sísmica, un reciente estudio ha demostrado que gracias a ella pueden detectar cuando llueve. Los investigadores han realizado este experimento con dos especies distintas: sapos de espuelas (Pelobates cultripes) y sapos corredores (Bufo calamita).

Gracias a esta capacidad para detectar las lluvias, los sapos son capaces de detectar la época de lluvias y salir de sus refugios subterráneos para alimentarse. De esta forma, evitan el calor sofocante y los periodos de sequía que podrían comprometer su supervivencia. Como señalábamos, era conocido que el oído interno de los sapos es capaz de captar frecuencias de sonido, pero hasta la fecha no se sabía para qué utilizaban las otras dos partes que lo componen.

«Nos extrañaba que los sapos tuvieran un órgano sensorial tan complejo y que no supiéramos para qué lo usan, así que decidimos hacer un experimento para averiguarlo”, detalla Rafael Márquez, investigador y científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y autor principal del estudio. Para hacer el experimento, el equipo se desplazó a Doñana en época de lluvias para grabar el sonido y poder reproducir las vibraciones que emite el agua de forma artificial posteriormente con los anfibios con los que se ha realizado este estudio.

Los investigadores didieron a los anfibios en dos grupos, aplicando a uno de ellos las vibraciones artificiales con el sonido de la lluvia. Pasado un tiempo, la mayoría de los sapos salieron a la superficie, tanto los del grupo experimental como los del grupo de control. “Eso nos demuestra que los sapos percibieron las vibraciones, que las interpretaron como lluvia y que utilizaron esa capacidad sísmica que tienen en su oído”, señala Márquez.

Fuente | El País
Fotografía | Jorge Torres

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