La recuperación del lince es un «orgullo nacional»

La recuperación del lince es un «orgullo nacional»

Escrito por: Jorge Rubio    19 septiembre 2016     2 minutos

Las poblaciones de lince ibérico (Lynx pardinus) se encuentran en un momento «dulce» en el que parece que el mayor peligro ha pasado y las poblaciones crecen a un buen ritmo, cuadriplicando el número de ejemplares respecto a hace 15 años. Esta situación llevo a que en 2015 se rebajase el grado de amenaza que pasó de «en peligro crítico» a «en peligro» según la decisión tomada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Un nuevo marco que según Miguel Ángel Simón, director del proyecto europeo Life+ Iberlince, «debe interpretarse ante todo como motivo de orgullo«. Además, sostiene que todos los avances que se han producido en torno al lince ibérico eran impensables cuando arrancó esta iniciativa, ya que por aquel entonces se pensaba que la especie estaba abocada a la extinción y que únicamente podría llegar a sobrevivir una pequeña reserva en cautividad.

«La sorpresa fue cuando año tras año la especie daba signos de recuperación en el campo, por lo que Iberlince se centró en la reintroducción en el medio natural de los ejemplares nacidos en cautividad», evoca Simón. «Si hay intercambio de ejemplares hay presencia estable de lince«, señala, por lo que desde la organización pronto se empezó a trabajar con la idea de la reintroducción de los ejemplares de lince. En 2010 se produjo la primera suelta en Córdoba y un año más tarde en Jaén, gracias a las cuales comenzó una exitosa campaña de interconectar poblaciones y reforzar los bancos genéticos de las mismas.

«Si me dicen en 2002 -cuando arrancó el proyecto- que lo iban a rebajar de categoría, habría dicho que estaban locos«, ha insistido el director, quien a su vez ha señalado que cuando todo este proyecto comenzó únicamente había 94 linces ibéricos en todo el mundo. Ramón Pérez de Ayala, coordinador de Iberlince de WWF, entidad socia del proyecto, señala que la rebaja del grado de amenaza es el reconocimiento a un trabajo bien hecho y que «ni nosotros mismos esperábamos conseguir ese objetivo tan rápido». Sin embargo, como ambos señalan la especie todavía está en peligro y que queda mucho trabajo por hacer para que deje de estarlo.

Fuente | Efe Verde

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