El nuevo ministro español de Industria Energía y Turismo, José Manuel Soria, acaba de afirmar que el gobierno pretende prorrogar la vida útil de la central nuclear de Garoña (Burgos), hasta 2019. Hay que recordar que el anterior ejecutivo aprobó una orden ministerial, por la que se acordaba el cierre anticipado de la planta atómica en el año 2013.
Gracias a una demanda de Greenpeace se dio a conocer que la central de Garoña está provocándole un daño al medio ambiente. Por otro lado se vuelve a certificar el cierre de la planta para el año 2013. Esta denuncia presentada nos advierte que la central produce contaminación térmica al río Ebro y solicita a la Ministra de Medio Ambiente que tome medidas al respecto, no permitiendo que se viertan en el río aguas que fueron usadas par la refrigeración del lugar.
La presión ejercida con anterioridad por representantes ecologistas de Greenpeace y Ecologistas en Acción, desde los sectores conservacionistas, por el cese inmediato de la actividad de la central nuclear de Garoña, elevó sus protestas sobre el Ministerio de Industria con argumentos tales como “una instalación insegura”, “totalmente, prescindible” y “sobradamente amortizada”, y exigiendo el cumplimiento de las responsabilidades electorales del gobierno que se había comprometido a cerrarla.
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