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Escrito por: Luis G
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Durante el funcionamiento normal de los ascensores, cierta proporción de la energía que utilizan para moverse se desperdicia. Una empresa vallisoletana de elevadores tuvo una interesante idea y desarrolló un prototipo de ascensor que podrá almacenar en baterías la energía sobrante y luego reutilizarla, no sólo para hacer funcionar el aparato, sino también para otros usos, como el aire acondicionado, el alumbrado o la calefacción.

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El cambio climático sigue su derrotero sin escalas hasta llevar al planeta al desastre total. Los científicos investigan y luego alertan, aunque poco más que eso pueden hacer. Pero cuando habla uno de los protagonistas -alguien que tiene en sus manos el poder de tomar decisiones concretas tendientes a detener el final tan temido- y solamente exhorta al mundo a que emprenda acciones al unísono para que el Ártico no se derrita en 30 años, es para preocuparse seriamente.

Escrito por: Luis G
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No siempre, seguramente, pero a veces las declaraciones políticas son simples puestas en escena para declarar lo que la gente quiere escuchar. Cuando los poderosos hablan, no suelen confirmar sus palabras con hechos. Sobre todo cuando se refieren a temas tan secundarios, como lo son para ellos, el medio ambiente o la ecología y el bienestar del planeta y sus especies, incluida la humana. Parece ser que recién ahora (y no antes), el gobierno del país más poderoso del mundo admite que el cambio climático “es real” y que para el presidente Obama la lucha contra sus efectos es una prioridad. ¡Bienvenido gobierno de Estados Unidos al planeta tierra!

Escrito por: Luis G
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Calentamiento global, cambio climático y emisión de gases de efecto invernadero parecen haberse convertido en frases huecas y sin sentido para algún sector de la ciencia. El 16 de julio me referí en Faunatura sobre la insólita idea de un grupo de científicos de la Universidad de Columbia, Nueva York que diseñaron un árbol artificial para desintoxicar el aire. Ahora, otro grupo de científicos del Instituto de Ingenieros Mecánicos Británico redobla la apuesta y no sólo se inspiran en el concepto de sus colegas americanos, sino que ya adoctrinan al mundo sobre la importancia de la implantación de bosques artificiales para reducir las emisiones de CO2.