Alzheimer, una enfermedad que los perros también sufren

Alzheimer, una enfermedad que los perros también sufren

Escrito por: Ildefonso Gómez Herrera    14 junio 2017     2 minutos

El Alzheimer también puede ser sufrido por los perros. Aunque en este caso nos tenemos que referir al CDS.

Muchas veces nos hemos preguntado si los animales también pueden sufrir las mismas enfermedades que tenemos nosotros. Algo que, tras investigaciones, se ha confirmado. Los animales también pueden tener nuestras propias dolencias, aunque a veces los resultados no sean los mismos. Miremos el Alzheimer, una enfermedad destructiva que se ha hecho muy popular en la actualidad debido a que miles de personas la sufren. Nuestros perros, igualmente, pueden ser víctimas.

Los primeros signos de demencia aparecen cuando se produce un fallo de las células cerebrales. Esto produce síntomas que en los perros podrían no tenerse en cuenta (los humanos, por ejemplo, tienen problemas para hablar). Por lo tanto, tendremos que buscar otros signos.

Los expertos veterinarios han diagnosticado, en perros, el CDS, Síndrome de Disfunción Cognitiva. Una especie de Alzheimer animal. Las mascotas que lo sufren ven cómo su comportamiento cada vez va a peor, están más desorientadas y sus interacciones sociales con otros animales se ven alteradas. A todo eso hay que añadir que los patrones de sueño experimentan modificaciones negativas.

Por supuesto, no todos los perros experimentan el CDS. Aproximadamente lo sufren dos de cada 100 canes. Los que más peligro tienen de padecer la enfermedad son los animales adultos, mayores de 14 años. Hay que tener en cuenta que en algunos casos la degeneración de sus funciones se provoca, de manera masiva, en solo seis meses. Un detalle muy a tener en cuenta, y ante el que hay que actuar de manera rápida.

Los síntomas más frecuentes de CDS para los perros de más de siete años son el hecho de ser más agresivos, mayores ladridos, ansiedad, provocar suciedad en los lugares en los que están, comportamientos destructivos, sueños excesivos durante el día y miedos a algunos ruidos. No olvidar que los cambios pueden ser sutiles al principio, agravándose después.

Si vuestro perro tiene estos síntomas, os recomendamos llevarlo al veterinario con el fin de que le hagan un análisis. Así podréis constatar qué es lo que le está sucediendo.

Vía | iHeartDogs
Foto | Pixabay – beacresa

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