Nuestro sentido del olfato nos ha permitido ser aun más humanos, permitiéndonos favorecer procesos cognitivos como son la intuición y la percepción. Esto se pudo saber gracias al análisis de diferentes cráneos de humanos actuales comparándolos con otros de nuestros ancestros y con algunos de primates. La investigación se llevó a cabo por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Gracias a la presencia del olfato el cerebro evolucionó de manera más rápida. Recordemos que los mamíferos se caracterizan por tener un sentido del olfato muy desarrollado. A medida que las especies fueron evolucionando se fueron viendo que los cerebros iban creciendo en su tamaño.
Hasta ahora los científicos pensaban que los cetáceos al vivir en el agua habían perdido la capacidad olfativa, ya que en el agua el olfato no parece servir de mucha ayuda a los mamíferos. Pero según investigaciones recientes se ha podido observar que las ballenas de Groenlandia tienen desarrollado el olfato.
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