Plantas de frutos comestibles (III) – El pistacho

Plantas de frutos comestibles (III) – El pistacho

Escrito por: Leticia    19 enero 2010     2 minutos

En los países de Oriente medio, una antiquísima y simpática costumbre afirma que los huéspedes en el momento de despedirse, reciban como regalo un saco llenos de pistachos en señal de amistad y de buen augurio. El origen de esta costumbre se pierde en la noche de los tiempos y en las cortes de los sultanes, mientras, en los mismos países hoy invadidos por los pozos petrolíferos, y por las guerras, esta costumbre va desapareciendo melancólicamente quedando ya sólo recordada por algún jeque.

El pistacho es una planta típica del Mediterráneo Oriental, de dimensiones modestas, capaz de resistir el calor y la sequía de los terrenos semidesérticos. El tronco breve y retorcido está saturado de resinas que circulan con la savia y llegan hasta las hojas. La máxima concentración de sustancias aromáticas se encuentra en la semilla, pequeña, verde, aceitosa, que es parte comestible y apreciada de la planta. Se puede comer fresco, como una almendra, salado, seco; se puede servir para condimentar carnes, salsas, para pastelería, en dulces y helados; en la industria de la perfumería se obtiene un aceite que suaviza extraordinariamente la piel.

La vida del pistacho es bastante larga, puede llegar a los cien años. Con injertos esenciales este tiempo puede hasta doblarse.

El fruto del pistacho es ovalado y duro: hay que romperlo para extraer la almendra verde, comestible, que ya se usaba en la cuenca del Mediterráneo en los tiempos de los fenicios y de los babilonios.

Se aprovecha una enfermedad de la planta para obtener una especial aplicación del pistacho. Sus hojas, para reaccionar ante los parásitos segregan un líquido que las aísla mediante varias capas muy ricas en tanino. Estas capas con el nombre de ‘Capas de Bokkara’, se utilizan para el curtido de pieles, incluyendo la del famoso cordero de Persia.

La antigua costumbre de regalar pistachos al huésped va desapareciendo decididamente, salvo en las familias reales persas. Ello ha contribuido sin duda a mantener el elevado precio que estos frutos tienen incluso en su tierra de origen.

Fuente | El maravilloso mundo de las plantas – Auriga Ciencia

un comentario

  1. RUBEN RAMOS dice:

    Buenos Dias, interesante su sitio, felicitaciones y quiero comnentarles que tengo un arbol de pistachos que ya tiene algunos años en produccion pero sus nueces son amargas hay algo que se pueda hacer?