Si todos tuviéramos algo de salvajes

Si todos tuviéramos algo de salvajes

Escrito por: Irving    1 noviembre 2008     2 minutos

’ que sin doblar rodillas ni dejar de erguir su curtido rostro, demostró que la sabiduría no necesariamente llega con los supuestos civilizados.

Fue pues en 1854, cuando el jefe Sealth respondió con el coraje de la sabiduría a una carta que el presidente Franklin Pierce le enviaba solicitando la compra de 2 millones de acres pertenecientes a su tribu. En la carta resaltan algunas líneas donde el jefe Seath se queja por la masacre de búfalos en manos de los “razonables blancos”, en ella expresó:

He visto miles de búfalos, pudriéndose en la pradera, dejados por el hombre blanco, quien los mata para dejar pasar su tren.

Soy un salvaje y no entiendo ¿cómo el humo de un caballo de hierro, puede ser más importante que el búfalo; animal que nosotros matamos sólo para subsistir?

«¿Qué representa el hombre sin los animales?

Si todas muriesen, el hombre también perecería, víctima de una gran soledad de espíritu.

Cualquier cosa que suceda a los animales, de igual forma, le sucedería inmediatamente al hombre.

Jefe Indio Noah Sealth
El mensaje cargado de un espíritu de valiosa reflexión, nos deja con el deseo de alguna vez obtener solo una pizca de aquella sensibilidad, aquel respeto que el jefe Sealth declaró en cada una de las letras de cada de las palabras de cada uno de los párrafos.

En este tiempo que el hombre es un potencial depredador, casi siempre pensando en lo material, con una gula creciente por el dinero y el poder, ¡qué bien nos haría si dentro de cada uno comenzáramos a formar un pequeño jefe Sealth!

Es verdad, hoy para defender al planeta, sus recursos y los seres que en él coexisten, se debe tener un alma salvaje, hablar, escribir y accionar con el pulso de un búfalo herido que no deja que lo aniquilen.

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