Un primate que puede ver en la oscuridad

Un primate que puede ver en la oscuridad

Escrito por: Olibana    20 julio 2009     2 minutos

El tarsero, (Tarsius syrichta) un singular ejemplar que vive en las selvas y junglas al sur de Filipinas y que ha sido identificado por los científicos entre la especie de los primates, pariente de monos y gorilas, posee la peculiaridad de ver en la oscuridad a través de sus enormes ojos marrones, y también girar la cabeza 180º.

El nombre de Tarsero se lo ha ganado por sus largas falanges o tarsos con los que se dedica a atrapar a sus presas, murciélagos e insectos, durante la noche y que también le sirven para trepar con habilidad a los árboles y enrollarse entre las ramas. Desde allí permanece quieto durante el día, descansando u observando a los desprevenidos insectos que se le acercan.

Mide apenas 15 cm. de largo, pero sus increíbles habilidades como trepador y su vista nocturna lo convierten en un depredador temible y también, en un excelente rival para animales de mayor envergadura, como pájaros o salamandras; a los que puede poner en jaque mate de un solo manotazo.

Sus interesantes habilidades y capacidad de adaptación le valieron al tarsero una vida prolongada y una supervivencia inalterada durante 45 millones de años. Pero esta situación cambió hace algunos años, debido a la rápida deforestación de los bosques de Filipinas y la caza de ejemplares para la venta a turistas. Los tarseros son animales especialmente susceptibles en cautiverio; pueden llegar a deprimirse hasta quitarse la vida, si no viven en libertad.

Las autoridades de la selva de Bohol han comprendido la importancia de la supervivencia del pequeño primate que ve en la oscuridad. En 1998 el gobierno filipino puso fin a esta situación y la promoción de un nuevo programa de conservación animal de la Fundación de la Reserva Natural del Primate en Bohol, ayudó a proteger la especie y aumentar su número.

Esta iniciativa se ha convertido también en una gran oportunidad para promover el ecoturismo en las islas Filipinas, que poseen las famosas Colinas de Chocolate, una formación montañosa declarada Patrimonio de la Humanidad, por Unesco desde el año 1999.

Vía | Revista Soitu. Actualidad

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