Muere un águila culebrera, abandonada por el 112

Muere un águila culebrera, abandonada por el 112

Escrito por: Jesús M.    2 mayo 2012     2 minutos

Hace unos días, un vecino de un pueblo de Galicia encontró a un águila culebrera herida. La inacción del 112 de Galicia pudo ser determinante, en el posterior fallecimiento del animal.

Hace unos días, Orlando Álvarez, un vecino de la localidad gallega de O Courel y amante de la naturaleza se encontró, en uno de sus habituales paseos vespertinos por el campo, un águila culebrera herida. Orlando cogió el ave, buscó ayuda en el pueblo y llamó al servicio de emergencias 112 de Galicia. Después de horas de espera, le contestaron que hiciera lo que quisiera con el animal. Sólo el enfado de Orlando en una red social logró la movilización de los guardas de conservación de la naturaleza de la zona, que trasladaron a la rapaz hasta un centro de recuperación de animales salvajes. Sin embargo, fue demasiado tarde y el águila murió pocas horas después.

Orlando Álvarez es profesor en Lugo y paseaba con su perro, cuando se topó con el animal. El águila quedó atrapado en unas zarzas. Según el vecino de O Courel, el ave cayó desfallecida. El teléfono de la Axencia Galega de Emerxencias le tuvo esperando hora y media y, además, Orlando tuvo que llamar una segunda vez, para pedir explicaciones por la tardanza en darle una respuesta.

Orlando es el promotor de la Asociación Ecologista SOS Courel y una persona apreciada por todos los vecinos del pueblo. En su incansable lucha por salvar la vida del águila culebrera, también intentó la ayuda de un hospital veterinario de la zona, donde no disponen de experto en aves rapaces. Gracias a los vecinos y a profesores amigos, Orlando pudo refugiar al animal en su casa, hasta la llegada de los agentes de la naturaleza.

Ahora, este vecino de O Courel se queja del trato recibido por el 112 y por la inexistencia de un protocolo para este tipo de urgencias. Tal vez, la muerte de la rapaz y la perseverancia de Orlando sirvan para algo, para que no vuelva a ocurrir algo semejante.

Vía | El País
Foto | Flickr-Ferrán Pestaña