Islas artificiales

Islas artificiales

Escrito por: Cristina    11 agosto 2010     2 minutos

Hoy en día, son muchos los países del planeta que han construido islas artificiales con diversos métodos y objetivos. Una de las más conocidas, situadas en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), tan solo pretende captar la atención del mundo y atraer a ricas fortunas.

Con este mismo fin, se encuentra el proyecto ‘The World’ diseñado como un mapa del mundo en el que se representan en sus 300 islas los principales países del mundo. La obra empezó en 2007, pero la crisis económica mundial ha obligado a cancelarlo. Cada una de estas islas eran de distintos tamaños (una de las más grandes era la de España, con cuatro hectáreas y media) para construir zonas residenciales privadas y de lucro.

Pero en otros casos, las islas artificiales se utilizan para disponer de infraestructuras que no caben en tierra firme. Este es el caso de Japón que tiene cuatro aeropuertos emplazados en islas artificiales: Kansai (1994), Chubu (2005), Kobe y Kitakyushu (2006).


El aeropuerto de Kansai, en la bahía de Osaka, ha resistido al terremoto de Kobe de 1995 y a decenas de tifones. Por este motivo, la American Society of Civil Engineers lo considera uno de los diez grandes logros de la ingeniería civil del siglo.

Y así, un listado de muchos países donde encontraríamos a Holanda, como país pionero europeo, y también Estados Unidos.

Por otro lado, estas tierras no se consideran islas naturales, y de esta forma, no tienen derechos propios, como zonas económicas o aguas territoriales, sino que pertenecen al país más cercano a su costa en un área de 200 millas náuticas (370km).

En el momento de construirlas, el método más común es el dragado que consiste en la recogida de grandes cantidades de materiales situados bajo agua. Si no se hace con mucho cuidado, el impacto ambiental puede ser elevado.

Como en cualquier otra infraestructura, la evaluación de impacto ambiental objetiva contribuye a minimizar los daños, pero no siempre se consigue. Tratándose de una isla, se tiene que tener también en cuenta que debe resistir a desastres naturales como terremotos, ciclones o tsunamis, propios de muchas zonas del planeta.

Actualmente, son muchos los diseñadores que han ideado islas artificiales ecológicas capaces de autoabastecerse de energías renovables, y también intentando hacer frente a los estragos del cambio climático en un futuro próximo.

Por ejemplo, las islas BioHaven son balsas de plástico reciclado sobre las que se plantaría vegetación de un hábitat dañado para poder repoblarlo, en especial en humedales y zonas pantanosas.

Por nuestra parte, debemos exigir a esta clase de proyectos evaluaciones de impacto ambiental que realmente garantizan el respecto por el hábitat natural y los diferentes poblaciones de especies animales como vegetales, teniendo una esperanza que proyectos respetuosos con el medio ambiente sean los futuros.

Vía | ECOticias

2 comentarios

  1. loreto dice:

    WOW ESTO MOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAA !!!!!!!