Angola: la caza furtiva provoca la muerte anual de más de 2.000 animales

Angola: la caza furtiva provoca la muerte anual de más de 2.000 animales

Escrito por: Ildefonso Gómez Herrera    29 septiembre 2015     2 minutos

El número del título podría parecer pequeño, pero lo cierto es que es lo suficientemente grave como para que tengamos que llevarnos las manos a la cabeza. La caza furtiva en la región de Angola es una actividad muy grave. Gravísima. Son cientos los cazadores que existen y que intentan llevarse a casa, de manera ilegal, las pieles y cuerpos de animales que en muchas ocasiones están en peligro de extinción. Los expondrán como un trofeo más, algo que no está bien. Al año, más de 2.000 animales mueren como parte de esta actividad.

Según las estadísticas presentadas en una feria internacional de Cuando Cubango, el mayor desafío al que se están enfrentando las autoridades es al hecho de poner coto a la caza furtiva comercial de elefantes, cocodrilos y felinos. De hecho, este tipo de animales se cazan con el único fin de ser vendidos posteriormente. Se procesan los cuerpos de la manera conveniente extrayendo todos los recursos que se puedan, y comercializando con ellos al mejor postor. Por ejemplo, de los elefantes se extrae el marfil, mientras que de los felinos se aprovecha su piel.

El estudio confirma la presencia de cazadores furtivos en los parques de Mavinga y Luengue-Luiana, muchos de los cuales se dedican a traficar con varios tipos de especies: monos, chimpancés, palomas verdes y papagayos, por poner ejemplos. El tráfico de animales mueve un total de 600.000 millones de dólares (528.000 euros, aproximadamente) en todo el mundo, con Asia y Europa como los principales mercados. Para que os hagáis una idea, el kilogramo de cuerno de rinoceronte puede llegar a costar hasta 65.000 dólares (57.200 euros).

Los consumidores de este tipo de productos son variados y sin un punto fijo. Cualquier persona puede adquirir desde pequeñas hasta grandes cantidades de recursos sacados directamente de animales y del mercado negro. Las autoridades de Angola siguen luchando para poner fin a estas actividades. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por delante.

Vía | allAfrica
Foto | Wikimedia Commons – Rob Qld

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