El león blanco, una extraña y divina mutación

El león blanco, una extraña y divina mutación

Escrito por: Carmen Vargas    22 octubre 2014     1 minuto

El mundo de los animales tampoco se salva de los especiales genes recesivos, pero gracias a éste nos encontramos con especies tan interesantes como el león blanco, una mutación que fue vista por primera vez en la década de los años 70 en Timbavati, Sudáfrica. De hecho, para la tribu local de dicha región el león blanco es un animal sagrado, divino y escaso, aunque lo cierto es que debido a su genética y a su pelaje blanco, el cual le dificulta camuflarse fácilmente para cazar sin ningún tipo de problema, en estado salvaje no suelen sobrevivir mucho tiempo.

Su característico color proviene de un gen recesivo inhibidor del color, tal y como en el caso de los tigres blancos. En ocasiones, se procede a la cría selectiva de leones blancos destinada a zoológicos y circos, aunque este tipo de crianza es todo un riesgo para el especie, ya que puede presentar riesgos de problemas cardiácos, parálisis o consanguinidad. Sin embargo, en numerosos lugares del mundo se pueden encontrar especies en cautividad. Por ejemplo, podemos encontrar leones blancos en los zoos de Filadelfia, Toronto, China, Alemania, Japón, Eslovaquia, Francia, El Salvador, México y Buenos Aires.

El color del león blanco no se ve afectado por el albinismo, sino por el leucismo, el cual se debe, como ya citamos anteriormente, a ese gen que inhibe el deposito de pigmentos salvo en los extremos del pelo. Por ello mismo, el color varía del rubio al blanco casi puro, mientras en los mechones de la cola y de las melenas de los machos nos encontramos con colores rubios o crema.

Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-monkeywing

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