Castilla y León toma medidas para evitar las plagas de topillos

Los topillos son uno de los problemas más comunes a los que los agricultores han de hacer frente para sacar adelante sus cosechas. Estos pequeños roedores se reproducen de forma explosiva y sin depredadores que estabilicen sus poblaciones, se convierten en una verdadera plaga que pone en peligro las cosechas, lo que finalmente se puede traducir en grandes pérdidas económicas.

Ante esta situación, la junta de Castilla y León ha autorizado el arado a gran profundidad como medida para destruir los nidos de los topillos e intentar frenar su expansión de cara a las próximas campañas de cultivo, con la intención de minimizar el impacto de estos roedores, los cuales pueden transformarse fácilmente en una amenaza para la viabilidad de las cosechas.

El éxito de esta medida tendrá que ser evaluado durante los próximos meses, momento a partir del cual se podrá comprobar si este arado a gran profundidad consigue estabilizar la población de estos roedores. Aunque quizá no se esté analizando el problema de fondo que causa los estallidos de población de los topillos: la paulatina desaparición de sus predadores naturales.

Sin depredadores que controlen a los roedores, cualquier medida que se tome puede resultar insuficiente, ya que estas especies se reproducen rápidamente y en las condiciones más óptimas pueden ser incontrolables. Las rapaces nocturnas y diurnas, son una de las especies que más controla a los topillos, aunque hay otras tantas especies como los mustélidos, las culebras y los lagartos ocelados que sienten predilección por estos pequeños roedores.

Medidas como las impulsadas por GREFA para la estabilización del cernícalo primilla en Castilla y León están muy relacionadas con esta cuestión y también deberían ser tenidas muy en cuenta de cara al control de plagas animales, ya sean topillos u otros roedores.

Vía | EFE verde
Foto | GREFA

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