Setas de otoño: el níscalo

Setas de otoño: el níscalo

Escrito por: Jorge Rubio    5 octubre 2015     2 minutos

Una de las señas de identidad del otoño para muchos es la llegada de las setas. Aunque estos particulares «frutos» aparecen a lo largo de todo el año, sí es cierto que es precisamente en otoño cuando más aparecen, coincidiendo con la llegada de las primeras lluvias copiosas.

Quizá la seta más popular de España sea el níscalo o Lactarius deliciosus, una seta con una amplia distribución y tradición dentro de nuestras fronteras. Hay una infinidad de nombres para el níscalo según la región donde nos encontremos mízcalo, nícalo, robellón y una infinidad más de nombres para denominar a esta inconfundible seta de tonos anaranjados.

Los níscalos son de tamaño medio, y según la edad de la seta, su apariencia puede variar desde los ejemplares más jóvenes cuyo sombrero está prácticamente enrollado a las más viejas, en las que suele estar completamente desplegado y comienzan a tener una tonalidad verduzca. Otra de las principales características del níscalo es que cuando se corta suelta como una especie de líquido lechoso, una particularidad que comparte con otras setas denominadas como «lactarios» que vendría a significar algo así como que «dan leche».

niscalos

Los níscalos se encuentran fundamentalmente en los bosques de pinos. Esto no es casual, ya que el hongo del níscalo mantiene una relación simbiótica con este tipo de árboles que se denomina como «micorriza«. Este fenómeno consiste en que el hongo enlaza sus «raíces» con las del árbol y ambos obtienen un beneficio mutuo que complementa su existencia. Por esta razón las setas aparecen únicamente en unos sustratos y zonas específicas y no en otras.

A pesar de que el níscalo es prácticamente inconfundible, hay algunas especies similares aunque por fortuna no son venenosas ni tóxicas. En cualquier caso, si nuestra intención es comer las setas que recogemos, en ningún caso deben recolectarse aquellas sobre las que no estemos seguros al 100% de que es comestible, y en el caso del níscalo, tampoco hay que hacer excepciones. Otras consideraciones a tener en cuenta es conocer si la zona donde estamos permite su recogida o no, y nunca arrancar la seta, siempre cortarla con un cuchillo.

Fuente | Wikipedia
Fotografía | Wikimedia Commons, Manuel.

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